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Lo que necesitas saber sobre el coaching y nuestros procesos
1. Sobre el coaching de vida
El coaching de vida es un acompañamiento individualizado que permite clarificar sus objetivos personales o profesionales y generar los cambios necesarios para conseguirlos.
Dejamos los problemas para mirar hacia el futuro y enfocarnos en los objetivos que queremos alcanzar.
Observamos cómo hacemos las cosas para ver cómo podríamos hacerlas diferentes y así conseguir resultados distintos.
Y empezamos a experimentar y dar pasos concretos desde la primera sesión para avanzar. Sin acción no hay cambio.
El coach de vida trabaja con particulares que necesitan, en un momento determinado de su vida, un apoyo para aclarar cualquier objetivo personal y/o profesional (a menudo se entre mezclan) y dibujar el camino para alcanzarlos.
A nivel profesional, puede ser desarrollar competencias como el liderazgo, la asertividad, la toma de decisión, cambiar de trabajo, gestionar el estrés, desarrollar un proyecto, realizarse, etc.
A nivel personal, puede ser reforzar su confianza y autoestima, aprender a poner límites y decir no, desarrollar su inteligencia emocional, respectarse y amarse a uno mismo, manejar relaciones de pareja o familiares…
Hay momentos en la vida en los que nos sentimos atrapados en nuestra rutina, o que, en algún momento, nos sentimos perdidos, sin saber exactamente lo que queremos. Ocurre también a veces que sepamos lo que queremos sin saber cómo dar el primer paso para ponernos en marcha hacia nuestros objetivos…
El coaching de vida ofrece un espacio para pararse, escucharse a si mismo, clarificar lo que realmente se quiere alcanzar en su futuro y ponerse en marcha para conseguirlo.
En este sentido, se diferencia de la terapia por su enfoque hacia el futuro y la importancia de llevar la reflexión a la acción.
Cada conversación de coaching se inicia con la definición de un objetivo en el que se va a enfocar la sesión.
Este objetivo puede ser, por ejemplo, al inicio del proceso, clarificar sus objetivos y metas, y a continuación, las etapas concretas a trabajar para avanzar hacia la consecución de la meta final.
Suelo comentar que un proceso de coaching de vida dura una media de 10 a 12 sesiones y que el ritmo de las sesiones se ajusta a las necesidades de la persona.
Dicho esto, cada persona es única y su proceso depende también de su meta y de donde se encuentra respecto a esta meta al inicio del trabajo. Dos aspectos importantes aparecen con esta pregunta:
- El coach reconoce el potencial de la persona y por lo tanto, no realiza un diagnóstico previo de sus necesidades que podría inducir el ritmo y la duración del proceso.
- El coaching no genera dependencia y deja en todo momento, el protagonismo de su proceso al cliente.
Por lo tanto, el proceso se ajusta constantemente a las necesidades del cliente.
2. Sobre el proceso de coaching
El modelo más utilizado para el desarrollo de un proceso de coaching es el GROW. La palabra, que significa crecer, es el acrónimo de 4 palabras que definen las etapas del proceso: Goal, Reality, Options, Will.
- La primera consiste en clarificar los objetivos: cuando la persona viene con problemas, el coach la invita a definir objetivos, mirando hacia el futuro.
- La segunda consiste en explorar la realidad en la que se encuentra la persona y en particular, diferenciar la realidad de la percepción que la persona tiene de la misma.
- La tercera consiste en imaginar opciones y formas alternativas de comportarse para poder conseguir resultados distintos, desde esta misma realidad.
- Y por fin, la última consiste en fomentar y fortalecer el compromiso personal para llevar las opciones a la acción.
- El proceso se ajusta a las necesidades de la persona y en este sentido es en realidad más circular que linear.
En primer lugar, el coach proporciona a la persona un espacio seguro para abrirse a si misma y explorar en confianza su realidad. Para ello, el coach garantiza la confidencialidad y la aceptación incondicional y sin juicios de la persona (ética de la profesión).
Desde este espacio seguro, el papel principal del coach es fomentar la reflexión y la toma de conciencia de su cliente a través de la escucha activa y la formulación de preguntas adecuadas.
Mi primera pregunta con un cliente nuevo suele ser: “¿qué te lleva a buscar a un coach en este momento de tu vida?” Clarificar el impulso y la motivación propia para iniciar un proceso de coaching es el punto de partida imprescindible para asentar la decisión personal que sostiene el deseo de cambio.
Además, es el cliente que asume en todo momento el protagonismo de su proceso, lo que supone una comunicación clara y directa con su coach.
Es muy común en la profesión la realización de una sesión de prueba antes de iniciar el proceso de coaching. Aunque se hable cada vez más del coaching, la persona puede tener una visón confusa o incluso errónea de lo que es, y esta sesión le permite experimentar en primera persona lo que es concretamente el coaching y lo que le puede aportar.
El coaching de vida consiste en acompañar a la persona en la consecución de sus objetivos. En este sentido, los beneficios del coaching son tan amplios como la diversidad de los objetivos alcanzados, tanto a nivel profesional como personal. Sin embargo, se pueden destacar algunos de los más valiosos aprendizajes resultando de un proceso de coaching a nivel de:
- Desarrollo de competencias tal y como la visión, el liderazgo, la comunicación efectiva, la asertividad, la toma de decisión, la concentración, la gestión del estrés, la gestión del tiempo, el poner límites, la creatividad, la gestión del cambio, la flexibilidad, el arriesgarse, etc.
- Desarrollo personal tal y como el refuerzo de la autoestima y la confianza, el respeto a si mismo, el amor propio, el aprender a valorarse por si mismo, la motivación y determinación, la inteligencia emocional, el saber decir no, el bienestar, la paz, la positividad, la aceptación, la capacidad a coger su sitio en la vida, etc.
3. Acerca de speaker coach
Los entrenamientos están diseñados para desarrollarse en ambas modalidades, de forma presencial y de manera virtual.
El arte de hablar en público se aplica desde las conversaciones cotidianas hasta las presentaciones frente a miles de personas. Estas herramientas transformarán tu manera de comunicarte ya sea que te dirijas a un público con menos de diez personas o que desees ser la próxima estrella de la tarima.
Los entrenamientos están diseñados para apoyar a las personas incluso si están en un punto de introversión con el fin de que expresen sus ideas de forma clara, segura y convincente.
Junto a mi equipo de trabajo desarrollamos una metodología que permite a los estudiantes incorporar los conocimientos a través de la práctica constante. Recibirás 30% información y 70% práctica.
En el momento le entregamos a los participantes del programa SPEAKER COACH una certificación como diplomado en oratoria, avalado por el ministerio de educación de colombia, en donde consta el nombre del programa, número de horas, la fecha, el nombre del entrenamiento y del entrenador.
4. acerca del outdoor training
Una jornada outdoor training empresarial es una modalidad de formación muy práctica, didáctica, cuyas actividades se realizan en contacto con la naturaleza. Dentro de estas actividades se incluyen las grupales al aire libre con varios ejercicios, en las cuales participa todo el personal organizado por equipos.
De este modo, las jornadas outdoor training son actividades deportivas organizadas por empresas especializadas que asignan facilitadores dependiendo del número de participantes. Asimismo, estos facilitadores formados y acreditados son quienes diseñan, coordinan y dirigen la jornada de outdoor training.
Sus actividades suelen ser juegos, concursos en los que se aplican dinámicas de grupos. De tal modo, los equipos reciben retos y objetivos concretos, como por ejemplo, referidos a cambios y toma de decisiones. Al finalizar los juegos, se extraen conclusiones y reflexiones para mejorar y aplicarlos en el entorno profesional.
Para fortalecer el liderazgo y mejorar la gestión de los equipos de trabajo. También favorece la competitividad, la diversión y el buen clima.
En los juegos de equipos se ejercita la coordinación, el apoyo, las reglas, la fuerza, la maña, la creatividad, se descarga adrenalina y se ponen a prueba las habilidades interpersonales.
En definitiva, sirve para para pasar un buen rato, sacar conclusiones y aprender.
Los facilitadores profesionales especializados, técnicos entrenados para ello, tratan a cada empresa como un caso único y diferente. Por ello, trabajan antes, durante y después de la jornada.
Los ejercicios y las dinámicas son diseñados partiendo de un diagnóstico y asumiendo objetivos concretos. La estructura del proceso experiencial pasa por las siguientes etapas diferenciadas: estudio de necesidades (fase previa), definición de ejercicios y dinámicas, desarrollo de jornadas, experimentación y planes de acción.
Primero estudian y detectan las necesidades de las empresas y de sus equipos, y después sugieren las actividades grupales. Antes de comenzar las actividades, los participantes suelen recibir un cuestionario, el programa y el objetivo que tendrá la jornada. Al finalizar la actividad los participantes reciben unas fotos con las conclusiones obtenidas
Los facilitadores tienen un rol orientador. Ellos son quienes coordinan el proceso educativo promoviendo la participación, la evaluación, la retroalimentación y el aprendizaje de la actividad.
Los beneficios están relacionados con la inteligencia emocional y con la mejora de las relaciones interpersonales.
Según investigaciones científicas, está demostrado que por ser actividades que se desarrollan en un entorno diferente a la oficina y que requieren interrelacionarse con los compañeros en una situación diferente a la cotidiana, se fomentan aspectos que son definitivos para un buen ambiente laboral, como la confianza, la comunicación, el compañerismo y la integración.
Se dice que estas jornadas -organizadas a medida- fomentan una mejor comunicación, promueven la confianza, la colaboración y el espíritu de trabajo en equipo. Asimismo, ayudan a reflexionar sobre problemas del liderazgo y ponen a prueba la capacidad de delegar responsabilidades y resolver problemas.
En su contra, algunos consultores consideran que:
El primer inconveniente no radica en la metodología sino en las organizaciones, puesto que no es la mejor herramienta para todas las circunstancias. Depende también de la actitud de los colaboradores, que quieran participar y estén dispuestos a sacrificar un día de descanso.
Esta metodología puede identificar el problema, pero no constituye necesariamente la medida que lo soluciona. La retroalimentación suele estar acompañada por afirmaciones como: ‘su equipo necesita mejorar la comunicación’, ‘el jefe de la unidad necesita potencializar su gestión’ o ‘tenemos que trabajar en el tema de liderazgo’.